Un joven parte de su hogar con el propósito de buscar a los asesinos de su familia y vengarlos.
El compositor, en la que fue una de sus últimas películas, escribió una partitura que giró en torno a tres ejes: por un lado, música sinfónica para la descripción de los ambientes propios del género del western; en segundo lugar, melodías dramáticas y crepusculares, aplicadas para reforzar la determinación del protagonista en hacer justicia; por último, música contemporánea, más propia de los sesenta que no de la época en que transcurre la acción, con la intención de dar un aire más cercano y moderno a la película.