Un hombre honesto, desesperado por no tener dinero con el que poder dar lo mejor a la mujer a la que ama, acaba siendo líder de una banda de gángsters.
Partitura en la que el compositor emplea un jazz sensual y sombrío, para dar un aire de fatalidad al conjunto del filme. Se acompaña de las bandas sonora de Cronaca di un delito (54) y La valigia dei sogni (53).