A causa de un accidente, un deportista pierde la memoria y durante un partido todos sus compañeros intentan que la recupere.
Simpática y agradable partitura, de sarcásticas melodías (como la evocación a una caja de música, suficientemente explícita para remarcar el sentido de ausencia de pasado) o temas animados. Se acompaña de las bandas sonoras de Caro diario (94) y La messa è finita (85).