Nostálgico musical sobre un millonario que adopta sin conocer a una huérfana francesa y, cuando la conoce, se enamora de ella.
Banda sonora cuya adaptación musical corrió a cargo de Alfred Newman, en tanto Alex North escribió lo no correspondiente a las canciones, que fueron melodías ambientales, un tema romántico de gran belleza y un radiante ballet. Se acompaña de The Racers (55).