Secuela de A Nightmare On Elm Street (84), en la que Freddy Krueger continúa asesinando a jóvenes en sus sueños.
Banda sonora diferente con respecto a la del filme anterior, en la que dominan las sonoridades acústicas y un empleo mínimo de la electrónica. El compositor combina la música atonal y disonante con ciertas armonías, y se mantiene similar tono de horror, aunque también se aporta un cariz dramático.