Uno de los primeros filmes que trataron sobre el psicoanálisis, con la historia de un doctor amnésico que se autoinculpa de un crimen y una psiquiatra que cree en su inocencia.
Apoteósica partitura llena de romanticismo ardiente y explícita descripción de los conflictos internos del protagonista. El productor David O. Selznick le pidió al compositor que escribiera algo que reflejara el tormento psicológico. Hitchcock, por su parte, le solicitó que hiciese uso de algún tipo de sonido que no hubiese sido oído con anterioridad para remarcar ese aspecto. El compositor pensó en hacer uso de las ondas Martenot, pero se decantó por el empleo del theremin, que hizo posible describir la amnesia. Además, fue autor de uno de los temas de amor más sublimes de todos los tiempos, mezcla de romanticismo y sexualidad, que explosiona en la secuencia nocturna en la que Ingrid Bergman va en busca de Gregory Peck.
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