La historia de amor entre Robin Hood y su amada Marian, pero veinte años después de donde la leyenda les ubicó en la historia.
Partitura inicialmente asignada a Michel Legrand, cuya creación fue rechazada y que Barry hubo de escribir en tres semanas. Por lo general se excluye esta banda sonora de la llamada "trilogía histórica" del compositor, integrada por The Lion in Winter (68), The Last Valley (70) y Mary, Queen of Scots (71), pero en realidad debería hablarse de "tetralogía" e incluir este filme, ya que se dan las condiciones adecuadas: el compositor repite las constantes melódicas aplicadas en aquellos títulos y la importancia de la época en la que transcurre la acción (la Edad Media) está presente en la partitura. Por otra parte, las cuatro tratan aspectos similares de la condición humana: la postura emocional e intelectual ante un final no deseado pero inevitable. Barry trabaja mayoritariamente con música contemporánea, recurre a una canción (cantada por Audrey Hepburn) y a una melodía romántica que es bella pero muy afligida, como presagio fatalista de una historia de amor que toca a su fin.