Remake de la versión de 1975, filme futurista sobre una sociedad en la que se practica un deporte derivado del rugby, extremadamente violento, en el que la vida media de un jugador es de dos partidos.
El compositor aplica en este violento filme una música también agresiva, caótica, que se caracteriza por su modernidad y la contundencia de sus ritmos, surgidos de la música electrónica y de algunos instrumentos acústicos. Recrea un entorno hostil y obviamente futurista.