Adaptación de una obra de William Inge sobre el romance entre un adolescente y una mujer mayor, que se dedica al strip-tease.
Primera de las siete colaboraciones cinematográficas entre el compositor y el director, la partitura combina la tradicional "americana", el jazz y melodías más introspectivas e intimistas, con las que se desvela la fragilidad e inestabilidad de la protagonista. Se acompaña con la banda sonora de Nick Quarry (68).