Nueva entrega de la saga Saw (04), con una serie de nuevas víctimas sometidas a un macabro juego.
Esta es, junto con la primera, la más elaborada y completa creación del compositor en la saga criminal. Su música es enfática, rítmica y posee cierto tono quasi-épico y gótico que da un adecuado tono grotesco, más allá de que obviamente cumple sus propósitos en lo ambiental.