El 30 de septiembre de 1955, el mítico actor James Dean muere en un accidente de tráfico, sacudiendo a toda una generación. El más afectado en una pequeña población universitaria de Arkansas es un joven que le idolatraba.
Banda sonora en la que el compositor integró las músicas que había escrito para Rebel Without a Cause (55) y East of Eden (55) no solo como referencia sino como parte de la narrativa, vinculando al protagonista más estrechamente con James Dean. Junto a ello, música ambiental y temas dramáticos de elegante belleza.