Un hombre ha vivido toda su existencia sin conocer que, desde su nacimiento, ha sido protagonista de un programa televisivo de cámara oculta, y de que todo a su alrededor es ficticio. Intentará, entonces, rebelarse.
Partitura en la que se emplean también temas preexistentes. Dallwitz se ocupa de la parte más cómica y desenfadada, también más sentimental, en tanto que Glass es más ambiental, con sonoridades que describen el entorno ficticio y luego hostil en el que se desenvuelve el protagonista.
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