La nave Enterprise es secuestrada por un vulcano que pretende ir al centro de la Galaxia en busca de Dios.
Dado el filosófico argumento, el compositor añadió a la partitura más elementos místicos de los que había empleado anteriormente. Además de incluir como referencia fragmentos escritos para el filme de 1979, incorporó temas con los que combinar, a partes iguales, la grandeza de la aventura con los aspectos místicos que conforman el ideario de los que viajan en la nave espacial.