Continuación de Star Wars (77), con un nuevo enfrentamiento entre los dos bandos enemigos, nueva dosis de efectos visuales que dan mayor espectacularidad a la historia y la aparición de un singular personaje: el filosófico Yoda.
El compositor siguió en esta entrega la misma línea sinfónica que aplicó en Star Wars (77), cuyo tema principal se incorporó aquí también. Creó, como antítesis a ese tema, otro de carácter marcial, despiadadamente brutal, que funcionó como leit-motif y contratema, para el personaje de Darth Vader, el poderoso enemigo. Asimismo, escribió una melodía destinada a identificar a Yoda, el extraño ser que ayuda al protagonista, y destacó por la intensa música que le dio al conjunto del filme tanta entidad.
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