Una joven ciega llega a casa de unos familiares para pasar un tiempo. Esa misma noche, su tío sufre un altercado con un joven, un psicópata sediento de venganza... también conocida como See No Evil.
Banda sonora que reemplazó a otra de David Whitaker que a su vez había reemplazado a otra de André Previn. La razón de tanto cambio seguramente responda a la necesidad de salvar una película muerta, y aunque Elmer Bernstein tampoco lo consiguió, al menos le dio cierta apariencia aceptable, siguiendo los códigos usuales en el género, con el duelo entre músicas hostiles y un tema principal lírico y romántico, que exponía la bondad y vulnerabilidad de la protagonista. Una lucha tema-contratema eficiente y con momentos de gran intensidad.