Superproducción bélica sobre el ataque japonés a Pearl Harbor, narrado desde los dos puntos de vista.
El compositor afrontó esta película más como un drama de gigantescas proporciones que no como un título de guerra convencional. Para ello, combinó música occidental con melodías de referencia nipona, instrumentos del lugar incluidos, y el sentido de su trabajo fue el avanzarse a la catástrofe, con una partitura intensa y amenazante.