Un artista esquizofrénico no puede distinguir entre fantasía y realidad, lo que pone en peligro la vida de su compañera.
Partitura compleja y deliberadamente caótica, que pretende recrear una ambientación obsesiva y críptica, en base a la atonalidad y las sonoridades obsesivas, entre las que destaca, como momento de liberación, la voz de Edda Dell'Orso.