Amargo filme sobre la difícil existencia de un funcionario que, al no poder hacer frente al pago del alquiler de su piso, es expulsado de éste y, humillado, decide suicidarse.
Bella y dramática composición con melodías muy sentidas, que dignifican al personaje y lo apoyan emocionalmente a lo largo de toda la película. Se incluye, junto con otras bandas sonoras, en el recopilatorio Alessandro Cicognini per Vittorio De Sica (95).
Ágora: Las Mejores BSO