Creo que ha sido un error el haber lanzado y dado a conocer The Dune Sketchbook antes que se estrene la película de Denis Villeneuve y su banda sonora verdadera también vea la luz. Hay enorme expectación mundial por un filme que llega con tantos meses de retraso por culpa de la pandemia y que en pocos días se convertirá, con seguridad, en un éxito monumental. Habiendo visto ya Dune (y en las inmejorables condiciones que da la sala Phenomena Experience en Barcelona) debo decir -pero nada más diré- que la película es un espectáculo absolutamente maravilloso y una experiencia inmersiva extraordinaria. En esa experiencia participan todos los elementos que conforman y construyen la película: la historia, intérpretes, dirección, montaje, decoración, vestuario, fotografía, efectos sonoros y visuales, y por supuesto también la música de Hans Zimmer.
De lo hecho en el filme ya comentaré en su reseña el día del estreno. Con seguridad habrá debates intensos a favor y en contra de la banda sonora, y será bueno que suceda. Yo mismo tengo una opinión ambivalente. Como en la práctica totalidad de las veces, es fundamental haber visto la película para conocer, interpretar y valorar la aportación ambiental, dramatúrgica y/o narrativa de la música, que obviamente no es un todo sino que forma parte -aquí importante- del todo. A veces, por códigos y estructuras recurridas, puede intuirse o hasta saberse lo que hace la música sin haber visto aún el filme; en otras no, y este es el caso.
Creo que habría sido una buena idea que no hubiera trascendido ni una sola nota de la banda sonora antes del estreno, para facilitar la inmersión de la audiencia y que se pudiera entrar en el filme sin referencias, pues la música es aquí muy importante para esa inmersión. Sucede además que The Dune Sketchbook no es la banda sonora sino una recreación artística o boceto, puede incluso que algo creado previamente a partir de ideas para ser luego moldeado y adaptado hasta cubrir las necesidades específicas de la película. Sinceramente, lo desconozco. Pero el resultado es que no son pocos los que se han mostrado desconcertados, cuando no molestos, por lo escuchado... que ni pertenece a la película ni se conoce siquiera lo que la música real aporta a la película. Por elegir, ¿no habría sido mejor dar a conocer antes lo real -que es lo que hay en la película- para luego mostrar esos bocetos?
Creo que el orden debería haber sido:
Creo que haber lanzado The Dune Sketchbook primero es un error de cálculo artístico, pero desde luego no lo es de márketing, que es lo que siempre se impone, prima y se tiene en consideración. Pero me pregunto si en esto no hay por parte de Zimmer algo de vanidad e incluso de falta de tacto para con la película por no haber guardando sus secretos hasta el día del estreno. Dune, creo, debería haber sido lo primero en abrir el baile de lo que es, e insisto en ello porque marca la diferencia, una película pero también una experiencia en la que vale mucho la pena entrar lo más virgen posible, que es lo que yo he podido vivir. Claro que con trailers lanzados, imágenes, informaciones y ahora esta no banda sonora, mi anhelo es bien irreal. Pero es lo que creo!