Nos pide Damián Sánchez que traigamos al Ágora uno de los temas de debate clásicos en la música de cine:
Quisiera saber cuál es vuestra opinión, y la opinión de los amigos de la fantástica MundoBSO, sobre las bandas sonoras de 2001: A Space Odyssey, la de música clásica y la que le rechazaron a Alex North. ¿Opináis que fue un grave error el de Kubrick? Yo personalmente pienso que la película es grandiosa gracias al uso de la música clásica que hizo Kubrick.
-----------------
Muchas gracias, Damián. Abrimos pues este tema para quien quiera dejar su parecer.
Yo personalmente prefiero la versión que conocemos, la que hace uso de músicas pre-existentes, pues creo que el imponer en escenarios futuristas músicas de antes, conocidas por el espectador, provoca un contraste formidable, y mantiene en la película vivo el concepto de la Humanidad, aquella que fue la que creó esas músicas y que ahora vive en un entorno vacío (el Universo), robotizado, etc.
No soy nada amigo del uso de música pre-existente en el cine (será tema para otro Ágora) pues tiene varios riesgos y uno de ellos es el de distraer la atención del espectador, al ser música conocida, en tanto la música original bien hecha tiene la cualidad integradora, la de meter al espectador en el filme. En este caso, sin embargo, se hace evidente que Kubrick quiere que el espectador reconozca la presencia del Danubio Azul y participe en ese espectáculo sensorial y visual del baile en el Universo.
Las otras músicas empleadas (Ligeti, Katchaturian) ayudan a recrear ambientes de cierta indefinición y descontrol, y que el espectador sienta los lugares no como cálidos y cercanos sino como extraños y hasta hostiles.
Esto último, claro, se podría haber hecho con música original. Pero creo que Kubrick fue inteligente en no mezclar pre-existente con original, pues los resultados -como suele pasar- serían desequilibrados y confusos para el espectador. A partir de esto, ¿qué hay de la música que escribió Alex North?
Dejemos al margen el muy feo comportamiento que tuvo el director (está explicado aquí), porque fue efectivamente impresentable, pero lo que debatimos son los resultados. Yo opino que Alex North -seguramente por falta de información- escribió una brillante música de género, con aires místicos, pero una música muy a ras de película, que la explicaba pero no la trascendía, y a la que inevitablemente el espectador se acabaría acomodando por ser su uso más ortodoxo (al uso de ella me refiero). La película, con la música de Alex North, segurísimo que sería una gran película, pero sería otra película bien distinta, no la que quiso mostrar Kubrick y que tanto admiramos.
El problema que le veo a la música de North es que daría excesiva calidez al filme, demasiada hermosura, que la hay incluso en su dureza y aparente aspereza, y que resultaría ser una banda sonora de la exaltación, de la admiración, una visión poética y emotiva de una película que Kubrick quiso enfriar precisamente con la música.
Aquí tenéis un experimento que une la música rechazada con la película.