Ciencia-ficción, religión y misticismo ambientado en el espacio exterior y basado en las extrañas emisiones de un misterioso monolito que reciben unos astronautas, que intentarán dilucidar el enigma.
Partitura que no fue utilizada. El compositor creó una extensa y compleja banda sonora, más desde una perspectiva cercana al género de la ciencia-ficción que no de la elaborada religiosidad y misticismo característico del filme. Hay una versión del propio North que explica lo que sucedió con esta película. Kubrick y él ya habían trabajado juntos en Spartacus (60). Cuando el director presentó a la Metro Goldwyn Mayer este proyecto les informó que quería utilizar música clásica. El estudio se negó en redondo, indicándole que no la haría sin una composición expresa y sugiriéndole el nombre de North. Al parecer, Kubrick lo aceptó.
North contó que: "Vivía en el Chelsea Hotel de Nueva York (donde también residía Arthur Clarke) y recibí una llamada de Kubrick desde Londres, preguntándome si estaba disponible para trabajar en la banda sonora de '2001'. Me dijo que era el compositor que más respetaba y que quería volver a trabajar conmigo (...). Volé a Londres para discutir la música con él. Fue directo y honesto conmigo, haciéndome saber de su interés por emplear música clásica, que ya había utilizado para otros filmes. Yo era consciente de lo mucho que le gustaban esos temas, pero no pude aceptar la idea de escribir parte de la partitura interpolándola con la de otros compositores. Creí que podía escribirla con los ingredientes y la esencia de lo que quería Kubrick, darle consistencia, homogeneidad y un aspecto contemporáneo (...) Trabajé día y noche, pero con el estrés y el esfuerzo, acabé con espasmos musculares y problemas en la espalda. Tenía que ir a la grabación en ambulancia (...) Kubrick estaba presente. Me hacía buenas sugerencias musicales. Escribí dos secuencias para el comienzo, y definitivamente se mostró favorable a una de ellas, que también era mi favorita. Así que asumí que todo iba bien, dada su participación e interés en la grabación (...) Después de haber compuesto y grabado unos cuarenta minutos en dos semanas, esperé la oportunidad para ajustarla, sincronizarla, etc. Durante ese período reescribí parte del material con el que no estaba completamente satisfecho, y Kubrick incluso me sugirió telefónicamente algunos cambios (...) Tras once tensos días en los que esperé ver más metraje para grabar a principios de febrero, recibí un mensaje de Kubrick indicándome que no necesitaba más música, ya que iba a utilizar efectos de respiración para el resto del filme. Me pareció muy extraño, y pensé que quizás me llamaría para escribir más música (...) Nada de eso ocurrió" (Declaraciones recogidas en el CD).
North acudió al estreno mundial de la película en Nueva York, esperando ver qué es lo que había hecho Kubrick con su música (el director no le informó de la verdad). Descubriendo el engaño al que le había sometido Kubrick, abandonó la sala de proyección totalmente hundido y decidido a olvidar cuanto antes ese episodio. Antes de morir, pidió a su colega y amigo Jerry Goldsmith que grabara en edición digital esa partitura. Veinticinco años después, la banda sonora rechazada pudo ser finalmente conocida. El estreno mundial de la misma aconteció en la ciudad de Sevilla, en el marco del Festival Internacional de Música de Cine, año 1993, bajo la batuta de Goldsmith dirigiendo la Orquesta de Madrid.
De todos modos, el compositor aprovechó parte del material escrito para otras películas, como en Good Morning Vietnam (87), donde suena uno de los temas.