La presencia de Alexandre Desplat en Barcelona supone la primera ocasión en la que el compositor francés va a dar un concierto con su música en España pero no la primera vez que visita nuestro país: tiene casa en Mallorca y es un asiduo visitante de la ciudad condal. Será el mismo concierto el jueves y el viernes, y con ambos daremos por cerrada una temporada, la de 2016, muy prolífica en acontecimientos relacionados con la música de cine, que ya repasaré la próxima semana con un balance de este año. Pero sí puedo avanzar que, salvo que el concierto sea fallido (algo difícilmente imaginable) va a ser el concierto del año. Sin desmerecer en absoluto los habidos, lo es por ser doble, por ser 100% de música de cine y por tener al frente de la orquesta al compositor durante todo el evento, condiciones estas que no son menores y que Desplat es el único que cumple.

• Desplat en la rueda de prensa

Apareció prácticamente recién aterrizado y almorzado. Y con evidente cansancio, pero aguantó bien toda la jornada. Contestando a las diversas preguntas que se le hicieron explicó con modestia no creer tener especial talento, pero que es un trabajador incansable y que de ahí saca su oficio: "Me levanto cada mañana y empiezo a trabajar, todo el día. Casi no hago fiestas, porque me gusta escribir música para películas. Ese es mi secreto". También explicó que trabajar en Hollywood es más fácil si sumas películas de éxito: "Cuando logras abrir esa puerta, no será fácil que pueda cerrarse, porque con los elogios serán muchos los directores y  productores que querrán trabajar contigo. Y si además cumples los plazos, aún más".

Se le preguntó sobre su versatilidad tanto con filmes pequeños y modestos a la vez que con blockbusters: "He escrito la música de un Harry Potter, de Crepúsculo, de Godzilla, pero no soy un compositor de blockbusters, no creo que haga más de uno al año", sonríe irónicamente, "pero trabajar en el cine independiente me ayuda a centrarme como compositor, a cuidar lo artesanal, a mantener mi identidad como músico". Comenta al respecto que "la música de cine hoy en dia es algo previsible, en Hollywood. Un estilo homogeneizado, personalmente prefiero los sonidos de instrumentos reales que los de un sampler".

"Adoro a John Williams", prosigue, "es mi compositor fetiche y un gran maestro, no lo conozco personalmente, y me encantaría. Sé que es es un compositor irreemplazable, y absolutamente lo es... pero cuando se retire si alguien tiene el teléfono de Steven Spielberg, que me lo dé!", bromea. Actualmente se encuentra trabajando en la nueva película de Wes Anderson, con el que afirma divertirse mucho. Y a pregunta mía (para completar una que quedó por falta de tiempo sin desarrollar en la entrevista que esta semana se publica en Fotogramas) habló de lo mucho que le estimula el miedo a cada proyecto, el reto que supone afrontarlo como si fuera el primero, el más difícil, el imposible. El miedo del creador que saca lo mejor de sí mismo para finalmente crear.

• Desplat en ESMUC

Tras un primer ensayo -adjunto parte del vídeo que grabé- el compositor se acercó a la Escola Superior de Música de Catalunya (ESMUC) para atender a las preguntas de alumnos e interesados. La ESMUC es el Conservatorio más importante en Cataluña y se encuentra en el mismo complejo que l'Auditori, por lo que pudo desplazarse andando. Al empezar puso como condiciones no grabar ni fotografiarle, ni tampoco pedirle firmas. Estaba visiblemente cansado pero demostró ser elegante y generoso contestando a todo lo que se le preguntó.

Lamentablemente todo pareció haber sido organizado con demasiada improvisación, cuando la confirmación del compositor había llegado días atrás y sí se disponía de tiempo para organizarse mejor. Es extraño que se anunciase como Masterclass cuando no lo era y además se sabía que no lo iba a ser: nada preparado traía Desplat y todo consistió en una cadena de preguntas y sus respuestas. El lugar, dos aulas con la separación entre ellas retirada, fue un espacio que se hizo insuficiente e inadecuado, particularmente por el calor, la falta de ventilación y finalmente la dificultad para oírle bien, pues habla con tono bajo.

Alexandre Desplat es un compositor de cine de categoría máxima a nivel mundial, es ganador de un Oscar y debería ser visto como un privilegio para ESMUC tenerlo durante casi dos horas. A alguien como él se le ubica en el Aula Magna, le recibe y presenta el director de ESMUC o una máxima autoridad y sobre todo se le preparan preguntas de estudiantes de nivel máster, no las de siempre. Desde que se sabía que iba a venir, ¿a nadie se le ocurrió pedir a los alumnos que al menos vieran dos películas del cineasta Desplat para preguntarle y aprender de sus respuestas, no solo saciar curiosidades?.

No es que no hubieran momentos interesantes ni preguntas que no lo fueran, en absoluto, porque hubo momentos y preguntas que fueron muy satisfactorias para el propio Desplat. Pero espero y animo a ESMUC a que plantee su próximo encuentro con un compositor de cine como una masterclass de verdad (el compositor no tiene por qué preparar nada, pero sí ha de haber alguien que sepa sacarle lo mejor de sí mismo), y que no parezca una suerte de rueda de prensa con estudiantes de música, pues en buena parte así fue. Y es Alexandre Desplat, no un compositor cualquiera.

Segunda parte