El pasado viernes publiqué La decepción Maurice Jarre, donde me hacía eco de unas declaraciones de Gerard Schurmann en el libro de Stephan Eicke The Struggle Behind the Soundtrack. En el editorial no me posicionaba a favor de Schurmann y en contra de Maurice Jarre, sino que aprovechaba para abordar el tema de los compositores fantasma. Ser desconocedor de este asunto -como de otros que no guardan relación con lo que sucede dentro de la película, el uso de la música, etc- me hizo perder la perspectiva y firmar un texto poco acertado en su enfoque, que no he retirado porque no es decente esconder los errores y porque la rectificación lo compensa, Gracias a la contribución en el Club MundoBSO por gente con más conocimiento en este tema. Manuel Roig, por ejemplo, ha dicho refiriéndose al título del editorial que "me parece un titular extremadamente sensacionalista". Tiene toda la razón, aunque no era en absoluto mi intención, pero me disculpo y procedo pues a aportar informaciones del todo interesantes sobre este asunto alrededor de Lawrence of Arabia (62).
Según Schurmann, lo que le entregó para orquestar el compositor francés fue algo muy básico, sustancialmente percusiones y algo de otros instrumentos, dándole una impresión de que Jarre tenía, según contó, una técnica musical sorprendentemente inarticulada. Schurmann llegó a decir que de haber sabido el monumental éxito de la película hubiera exigido aparecer como coautor, pero que no se preocupó antes por lo sumamente bien que le habían pagado, más incluso que el propio Jarre. Pero pese a ello perdió todo acceso a los royalties generados, que se llevó Jarre y que le hizo millonario.
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Schurmann hizo una extensa declaración que se puede leer aquí.
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En el Club MundoBSO, el primero en intervenir con datos e información en el Club ha sido Luis Carlos Espinosa:
"Lo de Gerard Schurmann es una historia ya muy vieja y un goslips que compositores como Ron Goodwin o Richard Rodney Bennett desmintieron en su día (en entrevistas en la revista belga Soundtrack!) Jarre no era un principiante en Lawrence, y ya tenía mucha experiencia en Francia. La música de Lawrence rezuma a Jarre (para la bueno y para lo malo) por los cuatro costados, y Schurmann siempre tuvo fama de amargado, porque pensaba que le daban películas muy menores por debajo de su gran talento (...) Que Schurmann hiciera algunas orquestaciones es normal porque se tuvo que hacer toda la música en menos de un mes, después de los fracasos con Malcolm Arnold, Benjamin Britten y Richard Rodgers. Este es un ejemplo de película donde nadie pensó en la música hasta que estuvo terminada. El propio Lean contó varias veces que contrató a Jarre, al que solo habían llamado para arreglar la música militar, cuando le enseñó en el piano el tema de Lawrence y la marcha de los créditos principales. Eran sketches de piano antes de que Schurmann fuera contratado, ¿también dirá que los escribió él?
Bennett decía con ironía en su entrevista que los compositores ingleses nunca habían perdonado que la música de Lawrence of Arabia la escribiera un francés, y Goodwin decía que Gerard Schurmann siempre pensaba que cada vez que desarrollaba una línea para trombones, pensaba que la había escrito él y que era el autor verdadero. Hacía orquestaciones porque necesitaba trabajar, pero odiaba a todos los compositores con los que trabajaba porque se sentía superior a todos ellos... no sé, por trayectoria, creo más a Jarre, Bennett y Goodwin que a Mr. Schurmann (...) Esto lo contó James Fitzpatrick en una charla en Úbeda, que en una rueda de prensa en Londres (...) alguien le preguntó sobre esto a Jarre, y este, que ya conocía las acusaciones de Schurmann, se limitó a decir bueno, yo puedo enseñar mis manuscritos, ¿puede Mr. Schurmann enseñar los suyos?. Y no le dió más importancia"
Para Jesús Duque Arimany, "Jarre tuvo muy poco tiempo para escribir la música. Sam Spiegel estuvo hasta el último momento pendiente de que la música de Lawrence of Arabia la escribiera o bien Malcolm Arnold, o bien Sir William Walton. Cuando definitivamente vio despejado el camino, debido a la premura de tiempo, a Jarre se le asignó un orquestador cuya colaboración fue testimonial, ya que nunca congeniaron. Lo que cuento es la intrahistoria oficial. Si Jarre no escribió la música, ¿quién pudo hacerlo en las seis semanas que disponía para hacerlo? parece muy difícil que otro compositor pudiera haberlo hecho. A mí esto me huele a venganza de Schurmann por no haber aceptado Jarre sus sugerencias"
Luis Carlos Espinosa: "La versión Schurmann era básicamente que Jarre solo se ocupó de las percusiones porque era percusionista, pero que era incapaz de hacer el trabajo y que la música fue compuesta por él en un 90%.... La versión David Lean es que cuando un pianista interpretó lo que había compuesto Richard Rodgers (idea descabellada de Spiegel) hizo parar la sesión e increpó al productor ¡¡qué demonios estaba haciendo con su película!! Al parecer, Lean si tenía muy clara la música que quería: un gran tema de amor, aunque no hubiera ninguna relación sentimental en la pantalla. Pero era el amor del personaje por el desierto y, sobretodo, por sí mismo.... Después de interrumpir la sesión con el pianista enviado por Rodgers, le preguntó a Jarre -que estaba allí sentado y que había sido llamado para arreglar y orquestar (sí, orquestar) la música militar, porque a Spiegel le gustó su trabajo en The Longest Day (62), si tenía alguna idea para la película. Jarre se sentó al piano e interpretó dos piezas que había escrito mientras esperaba la designación del compositor definitivo para empezar a trabajar en la música militar que seleccionara ese compositor. Tocó la marcha que se escucha en los créditos principales, y el tema de amor. Lean se levantó y dijo "¡¡eso es!!, chico, tú haces la música de la película"... Spiegel, no convencido sobre todo del prestigio que Jarre podía aportar (él solo quería nombres) se encargó de adjudicarle un orquestador y de acreditar a Sir Adrian Boult como director de orquesta, aunque todas las sesiones fueron dirigidas por Jarre... Es decir, que Schurmann fue contratado después que los primeros temas de Jarre habían enamorado a David Lean. Si Schurmann orquestó, y engrandeció con su trabajo el score de Jarre, y aportó ideas, estaba en su obligación de hacerlo porque para eso le estaban pagando, y por ello se le reconoció un crédito en los títulos principales del film, algo que no solía hacerse. Todo lo que él ha dicho años después me parece de una deshonestidad increíble. Toda esta historia viene maravillosamente contada, con entrevistas a Lean sobre el tema, en el libro Lawrence of Arabia (...) Cuenta que a Jarre le pusieron un despacho con un piano en el mismo estudio, al lado de la montadora. Y Lean trabajó estrechamente con los dos durante las seis semanas del proceso... dudo mucho que Jarre tuviera escondido en el cuarto de baño a Gerard Schurmann para que le escribiese la música que él iba enseñando, día tras día, a David Lean (que no era un imbécil)"
Finalmente, Joan Bosch, en un extracto de un artículo dedicado a la música en la película, indica que:
"Otro meritorio exponente de la necedad que con frecuencia caracteriza todo aquello que relaciona al aspecto musical con el productor del filme es la presencia preferencial del orquestador, Gerard Schurmann, a toda pantalla en los créditos iniciales. Sabido es que en la artesanal cinematografía europea difícilmente el músico de cine delega, o se puede permitir delegar, esfuerzo en un orquestador. Maurice Jarre, proveniente de la cinematografía gala, no aceptó en ningún momento compartir la autoría de la composición, de la que considera que la orquestación constituye una parte fundamental, habiendo actuado Gerard Schurmann de mero copista reportando al compositor el consiguiente alivio de trabajo manual. De la veracidad de estas afirmaciones, la prestancia orquestal de su obra posterior es el más fiel testigo"
¿Gerard Schurmann, autor del 90% de la banda sonora de Lawrence of Arabia o mero copista? Aquí no podemos dar respuesta a cuál fue el rol exacto que asumió Schurmann y la parte del mérito que le corresponde de esa mítica banda sonora. Pero era importante poner datos e informaciones y así permitir que cada persona saque sus propias conclusiones. El tema, eso sí, no queda cerrado.