Tercera entrega de la saga iniciada en Blade (98). En el desierto iraquí los líderes de los vampiros resucitan a Drácula, también conocido como Drake, vampiro con poderes que le permiten aguantar la luz.
El compositor se mantiene fiel al tipo de música aplicada por Mark Isham en la primera entrega y por Marco Beltrami en la segunda, sin que aporte nada especialmente nuevo -quizás algunos toques étnicos interesantes-: música de acción, contenidamente apocalíptica y tono moderno. Poco más.