Adaptación de un cómic sobre un bebé demonio creado por los nazis pero criado y educado por un científico para combatir el mal.
Reseña de Jordi García
Supongo que a nadie se le ha pasado por alto que dos de las mejores partituras de Beltrami, Mimic (97) y Blade II (02) son películas de Del Toro, así que era obvio esperar una buena banda sonora en Hellboy, no sólo porque dirigía Del Toro, sino por que pintaba como la película ideal para que Beltrami mostrara todas sus cartas.
Ya en el primer tema se intuye la identidad del compositor; el tema sonando de fondo, arrastrado por un viento grave; las cuerdas subiendo poco a poco de intensidad. De hecho el propio tema de Hellboy en sí ya suena a Beltrami. En el segundo corte aparece (casi de refilón) uno de los mejores temas que ha compuesto en toda su carrera; se trata del tema "heroico" de Hellboy, aunque aquí aparece un poco disimulado. Lo peor, tal vez, sea que este tema en el disco no queda más que perfilado, y sólo vuelve a aparecer (esta vez de forma más contundente) en el track "Stand by your man". Habrá que esperar a la edición completa (o pasarse por la web del compositor) por que ahí sí suena este tema tal y como debe sonar, con toda su fuerza y su orquestación épica. Es fácil intuir que en este corte alguien encontrará el bebé Hellboy y será ese tema el que nos hace ver que, en realidad, ese pequeño demonio hará cosas muy grandes (y muy buenas) cuando crezca, no solo porque sea bonito, sino por que suenan coros femeninos y sería bastante extraño que eso fuera algo eminentemente malo.
Luego hace aparición el tema principal, un tema gamberro (no tanto como el de Blade II) con gran carga épica y que presentan al personaje. Un bajo, un sintetizador y, finalmente, toda la orquesta, hacen aparecer un tema corto, pero preciso, que describe el personaje protagonista de forma casi perfecta.
En el siguiente corte aparece una de las "excentricidades" (bueno, la única) de la banda sonora: el theremin. Es de suponer que la utilización del theremin para interpretar una pequeña variación del tema principal corresponde a aquello que todo héroe necesita. Los malos: cuerdas que divagan por el fondo, coros que insinúan un mal latente. Respecto al tema de amor, es un tema muy bonito con cuerdas inspiradas y tímida flauta, todo muy dramático y bello. Pero en una película de super-héroe tenía que haber acción, y aquí hay acción: Beltrami se mueve entre Joyride (01) y Mimic (97). De la primera coge la utilización de los graves y el frenesí de los violines para describir una aparente persecución; de la segunda coge la estructura y la instrumentación.
Otro de los temas básicos de la banda sonora es el que describe la relación entre el protagonista y su padre adoptivo, una preciosa melodía que comienza tímidamente y termina en apoteósico final. A partir de aquí, una vez sentadas las bases (tema del bueno, tema del malo, tema de amor, tema de acción) y la ambientación (los instrumentos a utilizar), Beltrami se dedica a pasearse de un lado a otro según la película lo requiere. En el conjunto del disco hay todo un repaso a su obra previa, en una partitura cohesionada, que mantiene una ambientación y una forma; y además ofrece grandes momentos de todo tipo. Y todo ello lo consigue utilizando todo lo que ha ido aprendiendo durante los años, cogiendo lo mejor de algunos de sus trabajos para acabar componiendo una de las mejores bandas sonoras "de super-héroes" que hemos oído en mucho tiempo.