Secuela de Robocop (87), en la que el agente de policía debe seguir combatiendo la delincuencia organizada.
En esta secuela, el compositor elude el tipo de música que empleara Basil Poledouris, aunque se mantienen las referencias metálicas y el tono violento y apocalíptico, con música atonal. Un nuevo tema principal, percusivo y retentivo, es el eje de toda la banda sonora, incluyendo voces femeninas que entonan el nombre de Robocop.