Usuario: Mario Pons
Fecha de publicación: 19.10.2016
3:10 to Yuma
Este maravilloso remake de su versión anterior, estrenada 50 años antes, no tiene nada que envidiar a su predecesora. Al contrario, fue increiblemente superior y mucho más elaborada. Su antigua entrega, medio siglo antes, se centró más en la escena del Hotel donde Dan Evans tiene atrapado a Ben Wade pero este no es lugar para hablar de la antigua, cuya banda sonora comentaré muy proximamente.
Esta es más oscura, más personal, con más acción también y trabaja mejor, en mi opinión, a los personajes. No soy muy fan de los “Remakes” o “Reboots” pero ésta está maravillosamente construida. Gran parte de su oscuridad, su sensación de peligro, etc... es culpa (o gracias a) de Marco Beltrami, un compositor que demuestra su gran variedad de estilos en su filmografía como compositor y no para de demostrar que es un genio cuando se lo propone.
“3:10 to Yuma” ya nos muestra en sus títulos principales que ésta va a ser una película arisca, peligrosa, sumida en la realidad, cruda... y es que la persecución, sintetizadores y guitarras que nos propone en el tema ya lo muestra.
“Ben Takes the Stage” nos enseña qué puede hacer realmente Beltrami con los temas de acción. Este track surge del misterio y va “in crescendo” para asustar al espectador y hacerle ver que algo horrible va a ocurrir. Todo ello, para que a partir del minuto 02:06 exactamente, Beltrami se desate musicalmente mostrandonos una de las mejores partes de la banda sonora, llena de percusión y que incluso recuerda a una de sus mejores partituras: “Yo, Robot”. Más de dos minutos llenos de acción y que induce al espectador esta sensación de verdadero peligro ante Ben Wade y su banda (algo que realmente no se llegó a ver en su original versión) La lastima de esta escena es que la música queda extremadamente escondida cuando la banda empieza a atacar, por tanto en el clímax del track. Sigue dando esa sensación de peligro que Beltrami sabe destacar tanto pero se ve muy tapada por el sonido de los disparos y los caballos, además del carro el cual atacan. Una maravilla.
En “Man of his Word” y “Bisbygliando”, temas que son mostrados cuando Ben Wade (Rusell Crowe) y su banda son presentados y se les empieza a conocer más, la guitarra incita a esa sensación de maldad que éstos tienen. Incluso ves más maldad, gracias a la instrumentación de Beltrami, con Charlie Prince (un magnífico Ben Foster, también muchisimo más elaborado que el Prince de la original, que era bastante pusilánime) cuando por ejemplo, en “Trial by Fire” o “Flight of the Princess”, temas a percusión y también “in crescendo”, ayudados gratamente por la guitarra, ves al personaje tomar protagonismo de la parte central de la cámara, con una inmensa actitud de maldad y respeto por su jefe, Ben Wade.
Temas muy ariscos siguen por la partitura como “Chinatown” o “Indian Grounds” que en su escucha aislada pueden llegar a ser muy insípidos e insulsos pero que son introducidos a la maravilla en el film y que gracias a ello puedes ver que es una película que muestra la maldad y la bondad en su aspecto más personal y que además no es una película heroica con temas a lo Elmer Bernstein, como ocurría con su predecesora del 1957 sino que Beltrami y su director optan por la dirección contraria.
Es por ello que notamos más Morricone que Bernstein aquí, por el tipo de película.
“Chinese Democracy” es el primer track en enseñar durante toda la banda sonora, el tema principal de la película. Tras varios visionados, este tema está dedicado, no al tren, ni a Ben Wade, ni a Dan Evans (un también inmenso Christian Bale: las interpretaciones de sus actores, incluso del joven Logan Lerman como hijo de Bale es lo que realmente hizo que esta película volara tan alto, o cabalgara tan bien en este caso) sino que está dedicado a la relación entre Ben y Evans (Crowe y Bale, los verdaderos protagonistas de la cinta) Es una relación de aventura, de peligro, de heroicidad y también personal y por tanto el tema va cogiendo todos estas propuestas musicales y versiona el tema principal al gusto de éstas.
Además de mostrar el tema principal, “Chinese Democracy” es el mejor tema de acción, a mi gusto, de la banda sonora pero no es el que mejor queda en la película. En su escucha aíslada, este track es una maravilla de la acción, además de incluir trompetas muy “Morriconianas” que dan ese tono épico y de valor a los héroes de la cinta y sobretodo al que caerá tras esta escena, un personaje muchisimo más trabajado aquí, al que coges mucho cariño, que en la original (un Alan Tudyk genial, interpretando al doctor Alex Potter)
La tercera parte de esta banda sonora, la que transcurre en el hotel es la menos interesante musicalmente. Solo se dedica a acompañar las escenas, eso sí, más personales y por ello con música menos afluente pero más adaptable a lo que ocurre en la cinta, que al fin y al cabo es lo que importa.
Pero todo esto cambia con “Bible Study”, el tema más querido popularmente de esta cinta y no es para menos, puesto que musicalmente es bueno y además, queda de maravilla en la película.
Una vez sabemos que Crowe y Evans tienen esa relación de amor-odio gracias a la evolución personal de cada personaje y sus interacciones durante el film, Crowe no quiere subir al tren pero tampoco quiere que Dan muera por ello. En la escena, vemos la escapada del hotel y cómo ambos se dirigen a la estación, donde el tren llegará con retraso. Gracias a las interpretaciones de Foster, Crowe y Bale, vemos como Charlie Prince, en vez de disparar, se da cuenta de que quizá Ben Wade está ayudando a Dan Evans a dirigirse al tren. De hecho, esta ayuda se ve gracias a que Wade avisa a Evans de que uno de sus miembros va a dispararle y éste se adelanta y dispara al ayudante de Ben.
Este track vuelve a mostrarnos nuestras queridas trompetas y es que en cierta manera, ofrecen ese tono heroico que Bale y Crowe tienen durante la huida y persecución. Finalmente, llegan a la estación y un cambio radical de los hechos, muestra el gran drama que la película presentaba ya desde el principio y que no tiene nada que ver con el final de su versión original, donde Crowe y Evans escapan sin ningún rasguño.
Para finalizar la banda sonora, Marco Beltrami nos muestra el tema principal para los créditos finales, en “the 3:10 to Yuma”, un tema que abarca todas las aventuras y el camino de Christian Bale y sus compañeros hacia el 3:10 a Yuma, un tren que simboliza el carácter heroico de Dan Evans, el arrepentimiento de Ben Wade y el peligro que se ha establecido durante todo el film además de ese sentido contrarreloj que la percusión del gran Beltrami, ayudado por las rápidas guitarras acústicas y las épicas trompetas, nos regala.
6/10