Como cada año la Academia del Cine Español ha dado a conocer la lista de bandas sonoras que optan al Premio Goya. Lo más llamativo es constatar que se ha alcanzado la cota más alta de participación femenina en la Historia del Cine español, con absoluta seguridad. Ciertamente esta lista no refleja la cifra exacta pues no incluye las producciones para plataformas, inexplicablemente excluidas, pero sí da una idea de cómo se ha asentado la presencia de la mujer en la creación cinematográfica de nuestro país. Por citar otro dato anecdótico, hoy se estrenan cuatro peliculas españolas de ficción: El favor, El maestro que prometió el mar, Un largo viaje y Gleisch. Las tres primeras han sido hechas por compositoras.
Esta es la evolución de la presencia de compositoras en el panorama cinematográfico, teniendo como referencia la lista anual de películas optantes a candidatura que publica anualmente la Academia (datos publicados a partir de 2009):
Nota: Los años hacen referencia al período abarcado, no al año de concesión del premio. El número de compositoras indica el de bandas sonoras compuestas por mujeres, no el número de mujeres puesto que una compositora puede tener más de una banda sonora.
Estos datos muestran claramente el éxito en la incorporación de la mujer compositora en la industria del cine español, y son la consecuencia también clara de la Orden CUD/582/2020, en la que se establecieron las bases reguladoras de las ayudas estatales para la producción de largometrajes y de cortometrajes, en la que la contratación femenina daba puntos para acceder a la subvención. Esta medida fue altamente polémica entre los compositores y sobre ella nos interesamos en MundoBSO -y absolutamente nadie más- convocando a la profesión a participar en una encuesta y publicando resultados y consideraciones en una serie de artículos que comenzaron aquí.
Me parece una ordinariez defender el rol de la mujer en la música de cine, así que no lo haré: las mujeres, como los hombres, son tan buenas y tan malas como ellos. Y las buenas -afortunadamente tenemos unas cuantas- firman trabajos más interesantes y otros que tienen poco o ningún interés. Y me parece un retraso tener que estar insistiendo en que contar con ellas no da ni mayores ni menores garantías de éxito. Las mujeres compositoras escriben lo mismo que los hombres compositores: música. Durante demasiado tiempo -en esta y en casi todas las áreas- la mujer ha sufrido discriminación y desprecio, pero afortunadamente hemos avanzado enormemente. Nadie es lo bastante idiota como para asignar la música a una incompetente solo para hacerse con los puntos de la subvención, salvo casos que pudieran haber de ghost writers, que si se dieran habrían de ser expuestos y denunciados, así que ha quedado claramente constatado que las compositoras están aportando y sumando tanto como los compositores. Si esta tendencia se consolida y el próximo año las cifras que se obtienen a partir de la lista de la Academia son iguales o mejores quizás sí toque plantearse derogar la Orden CUD/582/2020 y estudiar sus consecuencias. Creo que sería lo más justo como justo ha sido que la mujer compositora haya por fin encontrado un espacio representativo en nuestro cine.