Ayer fueron anunciados los ganadores de los Premios de la IFMCA (International Film Music Critics Association), de la que MundoBSO forma parte desde los mismos inicios de la asociación, en 2004, y desde entonces hemos participado en todas las votaciones, primero solo con mi voto y desde el pasado año también con los de Ignacio Marqués Cuadra y Mario Pons Sansegundo. Cuando se toma parte en unas votaciones se aceptan las reglas del juego y se acatan los resultados por ser plenamente democráticos, pero eso no significa estar de acuerdo con ellos. Ya lo hice el pasado año y este año también quiero expresar mi punto de vista aprovechando que dispongo de esta plataforma del editorial, que representa solo mi parecer, no el de Ignacio y Mario, que han votado con sus propios criterios.
Me pregunto cuántos votantes han visto la película de los Países Bajos Coppelia, ganadora del premio a la mejor banda sonora y a la mejor banda sonora de fantasía. Yo no la he visto aún, y por eso no he considerado tener elementos suficientes como para votarla por encima de las otras que eran finalistas, que sí ví. La música es bellísima y con eso y viendo algunas escenas sueltas es factible hacerse una idea que plasmar en unas líneas escritas, pero votar un premio obliga a verla. Si entendemos (y yo solo lo entiendo asi) que la primordial función de la música está en la película, es mandatorio verla.
Estoy muy en desacuerdo con el premio a James Newton Howard como compositor del año. Es un grandioso compositor pero no ha hecho nada que sea tan excepcional como para hacerle merecedor de este reconocimiento. Mucho antes estaban Hans Zimmer o especialmente Jonny Greenwood, que es quien ha dado la campanada en 2021 con sus magníficas Spencer y sobre todo The Power of the Dog, que son pura inteligencia.
Me resulta también muy chocante que la película china Turandot -salvo error mío, solo estrenada en su país- se haya impuesto a las dos de Greenwood. Es, sí, música muy vistosa pero ni remotamente tan interesante (por lo que da a entender su estructura musical) comparada con las dos de Greenwood o con la maravillosa The Last Duel. En este punto recomiendo ver el vídeo que he hecho sobre el aporte de la música de Greenwood en el filme de Jane Campion. El arte de la música de cine no es siempre mejor por lo más bonito sino por lo más innovador, original, inteligente e interesante.
Del resto de premiados nada comentaré pues me parecen bien o muy bien, y los creo aceptablemente justos o muy justos. Quiero señalar el merecido reconocimiento obtenido por Oscar Martin Leanizbarrutia, que en cierta manera me avergüenza: desde que estoy en esta profesión me he devocionado -y nadie puede negarlo- a poner en primera fila a cuantos nuevos talentos españoles han ido surgiendo, pues eso es lo que merecen y esa es mi obligación. Sin embargo, a este joven compositor de Palencia (que pese a todo tiene más obras suyas comentadas en MundoBSO que en ningún otro sitio del mundo) no le he hecho mucho caso con su muy hermosa banda sonora de Claret, que vi hace pocas semanas. Es lo que sucede cuando se está sobrecargado y desbordado, y no se da abasto. Afortunadamente quien sí cumplió con lo obligado fue el gran Jon Broxton y gracias a él, principalmente, el resto de miembros de la IFMCA han apreciado su talento y le han dado el premio al compositor revelación del año. Intentaré no volver a fallar.