En el transcurso del XIX Festival de Málaga de Cine Español (22 abril-1 mayo) se celebran dos conciertos sinfónicos de música de cine, si bien uno de ellos al margen de la organización. Pero ninguno de los dos se ha dedicado al cine español.
El primero tuvo lugar el 25 de abril y fue íntegramente dedicado a avanzar la programación del próximo MOSMA (Movie Score Málaga, del 29 de junio al 3 de junio), con una única presencia musical española, la de la banda sonora de Ocho apellidos catalanes, de Roque Baños; el segundo tendrá lugar mañana sábado y el domingo y estará dedicado a la saga Star Wars. Todos, con la Orquesta Filarmónica de Málaga y Arturo Díez Boscovich al frente. El pasado año el Festival ofreció un concierto homenaje a Bernardo Bonezzi, y otro a James Horner, este último muy merecido pero de difícil encaje en un festival de cine español, incluso aunque fuera celebrado muy a posteriori, en el mes de octubre.
Como es obvio, no cuestiono la celebración de estos conciertos, que a fin de cuentas son un beneficio cultural para la ciudad de Málaga, que cuenta a su favor con una orquesta y un director muy entregados a la causa de la música de cine, lo que en estos tiempos no es poco. Pero es importante evaluar lo mucho que beneficiaría al cine español la integración sistemática y como parte de la programación fija los conciertos dedicados 100% al cine español. ¿Por qué incluir en cambio estos otros conciertos que bien podrían celebrarse -y con éxito garantizado- en cualquier otro período del año?.
Doy por seguro -lo contrario sería una sorpresa muy grande- que tanto el concierto que se le dedicó a Horner, como el de este año al avance del MOSMA (invitados extranjeros incluidos) no han sido financiados con los fondos públicos que se destinan al festival para el apoyo al cine español. Sea con financiación privada (los beneficios de taquilla, por ejemplo) o con la partida presupuestaria destinada al MOSMA para su concierto (e invitados extranjeros), entiendo que la sinergia entre el Festival de Málaga y el MOSMA pueda justificar su inclusión en el Festival. Eso sí, para este año 2016, su primer año.
Respecto al concierto dedicado a la saga Star Wars, es cierto que no forma parte del Festival, pero a nadie se le puede escapar que el programarlo en fechas coincidentes va a repercutir muy favorablemente en su promoción: con todos los medios de comunicación volcados en el festival de cine, la publicidad y los comentarios de la prensa sobre el concierto están asegurados. Fuera de las fechas del festival pasaría más desapercibido, aunque llenase igualmente el auditorio. Digámoslo claro: hay algo de trampa en ello, pero no es una mala estrategia, aunque el quid de la cuestión es de quién es la estrategia. Siendo la misma orquesta y director -y la gente que lo organiza también la misma- es más que evidente que programarlo en el fin de semana de cierre del festival, cuando hay más movimiento por la entrega de premios, etc, ha sido deliberado y no cuestionado desde la organización del festival de Málaga.
Pero ni esto es realmente criticable en sí y de por sí. El problema y la objeción es que se ningunea a la música de cine español, que merece todo el reconocimiento y apoyo de un festival a fin de cuentas subvencionado para dar apoyo al cine de nuestro país. El Festival Internacional de San Sebastián (de categoría A) viene celebrando desde hace unos años conciertos dedicados a compositores españoles. ¿Por qué no se consolida en el Festival de Málaga?.
Es un sinsentido y una oportunidad que se pierde. Y resulta perjudicial para los compositores, profesionales que también hacen cine español y forman parte indisociable de él. La imagen que se transmite a través de los medios de comunicación y al público en general es que no hay material, y que por ello se tira de lo extranjero, como sucedió en algunas lamentables ceremonias de los Premios Goya, donde no sonaba ni una nota de música de autores españoles. Hay material sobrado para dar un concierto de homenaje al cine español año tras año.
Se dirá que en el caso del concierto de Star Wars, no estando en la programación del Festival, no perjudica a la música de cine español, y contestaré que no es cierto: la abrumadora mayoría de la gente vinculará -y es esa en realidad la pretensión- el concierto Star Wars al Festival de Málaga. Esto es, que en el transcurso de un festival de cine español, lo que se proyecta es que si se quiere escuchar música de cine, ha de ser de otros países.
Sirva este editorial para estimular al Festival para que integre la música de cine español en su programación de modo fijo. A buen seguro la Filarmónica de Málaga y su director estarán encantados de prestar este servicio. Falta ahora que no se desvíen los intereses y se muestre decisión y apoyo. Los compositores españoles no merecen ser ninguneados o relegados a una presencia testimonial, y mucho menos en el mayor y más importante festival de cine español del mundo.