Crónica de Ignacio Marqués Cuadra
A) Coloquios
Esta nueva jornada comenzó con unas nuevas charlas que, en parte, se salieron un poco del ámbito cinematográfico para abarcar otros géneros no menos interesantes como son la televisión o los videojuegos. En primer lugar, hubo un debate con Mac Quayle, en el que se hizo un repaso a toda su carrera como músico desde sus inicios en bandas de rock, pasando por su trabajo con múltiples celebridades y como arreglista para finalmente entrar en sus primeras incursiones como compositor en el mundo de la televisión, con lo más destacado de las numerosas series que ha realizado y como compositor adicional junto a autores como Cliff Martinez. Se trató también, con ejemplos de sus obras, cómo es la narración musical en las series, comentando que en algunas con las que empezó trabajando se exigía una narrativa muy marcada, por capítulos, porque sus historias se cerraban en cada uno, pero que sin embargo en otro tipo de series con un arco lineal el tratamiento puede variar bastante. Puso como ejemplo el papel que juega la música en la serie Mr. Robot, reflejando la psicología del protagonista y con una intencionalidad en la música muy enfocada en explicar todo lo que iba sucediendo en su cabeza.
La segunda charla fue, si cabe, más interesante aún, pues este debate podría haber dejado muchísimos temas de interés en el tintero y sin embargo estuvo estupendamente planteado, gracias también a la magnífica labor que en general está haciendo la entrevistadora de las charlas, Isabel Vázquez, siempre con un amplio conocimiento de la carrera de cada compositor que entrevista y que, además, entiende sobre los temas que se abordan. Por otro lado, y a juicio de quien esto escribe, una asignatura pendiente de la edición del año pasado fue el haber traído a Málaga un compositor tan interesante como Neal Acree y que no se le dedicara ninguna charla o intervención en los conciertos, por motivos de agenda del compositor. Sin embargo, esta falta se ha corregido con creces dedicándole este año una interesantísima charla y parte del concierto de videojuegos que se celebrará el domingo. Acree explicó sus inicios como músico en bandas hasta que decidió dedicarse al cine. Comienzó escribiendo numerosas partituras para filmes de serie B, que le permitieron experimentar y realizar trabajos muy por encima del nivel de las películas, pero también colaboró en varios proyectos como la serie Star Trek con el compositor Joel Goldsmith, a quien considera uno de sus mayores mentores. No obstante, la carrera del Acree giraría notablemente cuando logró entrar en el mundo de los videojuegos con la banda sonora World of Warcraft: The Burning Crusade (07), que le permitió asentarse definitivamente en la industria dentro del estudio Blizzard. Resulta por ello de mucho interés que un compositor con experiencia en estas dos industrias tan diferentes haya podido hablar de esas marcadas diferencias, comentando por ejemplo que en una película se compone para una escena determinada con un tiempo limitado y unas necesidades más o menos específicas, mientras que en un videojuego se suele necesitar un tratamiento mucho más ambiental, que permite a su vez una mayor libertad a la hora de componer, buscando también el modo de causar una cierta impresión en el jugador o que, en definitiva, se consiga su inmersión en el juego. En su totalidad ha sido una charla amena, abarcando otras magníficas obras con influencia china como World of Warcraft: Mists of Pandaria (12), que a su vez le abrió las puertas a Revelation (15). Finalmente hubo la habitual ronda de preguntas y firma de discos.
B) Recital David Shire at the Movies
El concierto del día tuvo lugar durante la tarde en el Teatro Echegaray, justo después de una charla con Sergio Hardasmal presentando su libro sobre John Barry. Fue un recital de pequeño formato -piano y voz- que acabó resultando todo un éxito entre los espectadores. La asistencia fue muy similar a la del concierto de series de televisión del día anterior y, en este caso, consistió en una serie de temas y canciones del prolífico David Shire, quien a sus venerables ochenta años logró impresionar a todo el público gracias a sus incuestionables dotes tocando el piano. Estuvo también acompañado durante gran parte del recital por la solista Sylvia Parejo, que no causó peor impresión con su maravillosa voz sino todo lo contrario: ambos lograron crear un ambiente cálido que hizo de la velada un rato muy agradable y ameno. Duró cerca de una hora y se interpretaron piezas tanto de musicales de Broadway como de algunas películas en las que trabajó el compositor, como All The President’s Man (76) o The Conversation (74). Entre pieza y pieza, el compositor fue haciendo aclaraciones interesantes sobre todo lo que se iba interpretando y, tras su última intervención, expresó su admiración a la solista con un beso un tanto cariñoso que volvió a causar asombro entre los asistentes.
C) Gala: Premios Jerry Goldsmith
La jornada acabó al anochecer con la gala que se viene celebrando todos los años en el festival, siendo esta la duodécima edición de los premios Jerry Goldsmith, y se realizó en la misma sala de conciertos del Teatro Echegaray, de la que se había replegado parte del graderío quedando un gran espacio diáfano para acoger a todos los asistentes. En esta ceremonia se premió a compositores de todas partes del mundo, algunos de ellos allí presentes, pero también se hizo un repaso breve proyectando fragmentos de todas las obras nominadas a las diferentes categorías: libre creación, canción, promoción y publicidad, televisión y webseries, documental, videojuego, cortometraje y largometraje. El compositor más galardonado de la noche fue Scott Salinas -presente en la gala- por su trabajo en el documental The Ivory Game (16), pero también recibió otra estatuilla como compositor del año. Tras la entrega de premios hubo un aperitivo para todos los presentes.