El videojuego español Endling - Extinction is Forever (22) ha ganado un premio Bafta en una categoría en la que el compositor Manel Gil-Inglada (en su debut en el mundo del videojuego) es uno de lo principales partícipes y responsables. La categoría en cuestión es la de Game Beyond Entertainment, y se refiere a juegos que ofrecen una experiencia transformadora más allá del mero entretenimiento. Según la Academia británica, las propuestas se juzgan únicamente por su contenido, con especial atención al impacto emocional del juego, su adecuación temática y el uso innovador del medio para explorar y transmitir mensajes impactantes. Pues bien, la música de Gil-Inglada vehicula ese contenido, su impacto emocional y es fundamental transmisora del mensaje del videojuego.
El Bafta a la mejor música lo ha ganado, como era previsible, Bear McCreary por God of War: Ragnarök (22), y de hecho incomprensiblemente Gil-Inglada no era finalista, pero esto ahora no es relevante. Sí lo es destacar y señalar dos cuestiones:
1.- La música en los videojuegos forma parte indispensable de la experiencia del propio videojuego: es algo que no sucede en las películas, donde puede que la música ni siquiera exista o que, existiendo, sea un elemento de menor relevancia. Pero en el videojuego la música es capital, quien juega la espera y también exige que esté al nivel, allá donde una música mala o inadecuada en una película puede no ser reprochada por quien ve la película (¡son tantos los ejemplos!)
2.- La música es transmisora de contenidos, emociones y mensajes, pero también moduladora o incluso creadora de los mismos: esto sí es extensible a cualquier producto audiovisual.
Yo no soy jugador y por tanto mi aproximación a la música de videojuegos es solo emocional, pero a bordo de MundoBSO tenemos a los dos mayores expertos en España en este área, Mario Pons e Ignacio Marqués, que han mostrado y demostrado frecuentemente lo que expongo. Marqués, en su reseña del videojuego, señala entre otras consideraciones:
Si Endling - Extinction is Forever ha ganado el premio Bafta en la categoría Game Beyond Entertainment es también porque Manel Gil-Inglada ha contribuido a algo más que poner música al videojuego. Le felicitamos, nos felicitamos por la estima y consideración que en MundoBSO le tenemos pero sobre todo y ante todo reivindicamos, una vez más, la capital aportación de la música a la creación no solo en el arte audiovisual sino al compromiso que a veces se asume en el arte audiovisual. Por ello Gil-Inglada también ha ganado ese Bafta tan honorable.