Aunque Marco Beltrami tiene una amplia experiencia en el terror cada nuevo trabajo suyo en el género muestra su falta de ideas, su conformismo y convencionalismo, aunque sueltas haya algunas buenas aportaciones. Hoy se estrena The Nun II (23) y es una nueva decepción, pero aquí no por faltas en lo musical sino por la ausencia de planteamientos de interés, de aportaciones personales, de singularidades que hagan que esta nueva obra sea señalada y recordada por algo, que no lo será. De The Conjuring (13) se puede seguir hablando diez años después porque es una banda sonora de referencia, muy imitada, hecha por un compositor considerablemente inferior pero que con una aportación notablemente superior y más interesante.
Sería fácil (y no erróneo) señalar como culpable a la industria actual del cine y los moldes prefabricados que no quiere romper. Pero no se puede obviar que aunque Beltrami hubiera marcado territorio de buen principio con Scream (96), con buena música e ideas, a partir de ahí ha mostrado y demostrado no valer demasiado para el terror, allá donde sí es de interés en otros ámbitos: Hellboy (04), I, Robot (04) o la reciente Renfield (23) son pruebas de que sabe manejarse en distintos géneros, con mucha solvencia cuando no excelencia. Pero Beltrami en el género del terror es, haciendo media ponderada de sus trabajos, bien poco interesante: en lo que se abarca desde las horribles Carrie (13) y The Omen (06) hasta las estimables Don´t Be Afraid of the Dark (10) y World War Z (13) hay demasiados grises, mucha banda sonora olvidable. Se me escapa cómo es tan reclamado para poner música a este tipo de filmes, habiendo tantos compositores más imaginativos. The Nun II es una nueva obra desangelada que cumple con los mínimos pero que se suma a un montón de otras bandas sonoras suyas para el terror que no pasarán a la Historia. El terror con Beltrami no es realmente terror.