Ayer FIMUCS hizo pública la lista de sus invitados en su segunda edición y con ella marca un hito histórico en nuestro país: por fin hay un lugar donde los compositores españoles van a a ser los absolutos protagonistas. Ya lo fueron en su primera edición, hace ahora un año, pero solo presencialmente para las charlas y en los conciertos en el rol de muy dignos teloneros de John Williams y Ennio Morricone. Que no se me malentienda, pues a estas alturas no voy ni a esforzarme en demostrar mi compromiso con, por y para la música de cine española y sus creadores, pero en aquél evento era más que evidente que para el gran público Williams y Morricone eran los reclamos, y los demás los (maravillosos) extras.
Este año no va a ser así. El Festival de Sevilla programa dos conciertos: uno más ordinario y el otro mucho más extraordinario. El ordinario lo es por ser de repertorio convencional, pero a buen seguro será espléndido teniendo a la ROSS y a David Hernando Rico al frente: se escucharán suites de Ben-Hur, Lord of the Rings, Robin Hood: Prince of Thieves, First Knight, How to Train Your Dragon... esto es, y de ahí lo ordinario, las piezas que se pueden escuchar en cualquier otro concierto en cualquier otra parte del mundo. Se incluyen, eso sí, temas que sería difícil encontrar en cualquiera de esos conciertos, en concreto las de Capitán Trueno (fantástica música de Luis Ivars para un completo desastre de película), Elcano y Magallanes, la primera vuelta al mundo (de magnífico tema principal, de Joseba Beristain) y Tadeo Jones 3 – La tabla esmeralda (una joya de Zacarías M. De la Riva)
Rectificar no es en absoluto de sabios sino de gente que aspira a a ser decente, y pedir perdón por los errores cometidos es completamente gratuito: no cuesta nada hacerlo. Por esa razón rectifico públicamente y pido perdón también públicamente (a FIMUCS, a los compositores y por encima de todo a quienes nos siguen en MundoBSO) por el editorial del pasado octubre Un concierto muy necesario, donde desprecié el esfuerzo de los organizadores del festival dando a malentender que se parasitaban a una institución tan alta como la Academia para salir adelante. Ofendí, hice daño y fallé a todos. El lugar para expresarlo debía ser aquí y ahora, no en una mera nota de disculpa.
José Nieto, Roque Baños, Zeltia Montes, Bingen Mendizábal, Koldo Uriarte, Victor Reyes, Federico Jusid, Arnau Bataller, Manuel Riveiro, los mencionados Ivars, Beristain, De la Riva y el gran Hernando Rico son el plantel de invitados. Con ellos es fácil prever que el concierto será espléndido, es un reto fácil. El reto complicado que va a tener FIMUCS es qué hacer con tantos maestros en tan poco tiempo, en las jornadas formativas del sábado. En realidad van a ser dos retos: el primero, convocar a gente -especialmente estudiantes, que los fines de semana huyen como de la peste de todo lo que huela a formación-, y el segundo que lo que se ofrezca tenga interés y no acabe siendo simple y banal. No estoy desmereciendo en absoluto el valor de los compositores, sino justamente lo contrario: es como meter a Zimmer, Powell, Desplat, Coulais, Williams, Tyler, Broughton, McCreary, Howard, Elfman, Greenwood, Burwell y Hurwitz (el mismo número de compositores) en la agenda de un solo día. Saldría algo parecido al documental Score: A Film Music Documentary, con tantos compositores hablando como escaso contenido en lo que hablan. Cada uno de los compositores españoles invitados tiene suficiente entidad como para poder cubrir una o dos horas de enseñanza. No va a poder ser el caso, y por eso el reto de FIMUCS (y de los compositores) es que no acaben siendo charlas Wikipedia, con las cosas básicas y obvias. No hablo de grandes debates ni disertaciones sino de un sábado que sea mucho más que un desfile de estrellas. Si se consigue -y nada hace pensar que no se vaya a lograr- FIMUCS habrá alcanzado el máximo en solo su segunda edición.
Podéis consultar el programa de los conciertos y demás actividades aquí.